Mayo de 2008 - Leonardo De Robertis
El detalle está en el concepto, no debe haber diseño “Lindo” o “Feo”, el trabajo de diseñador gráfico no se mide en mas ó menos lindo, mas ó menos feo, sino en “Funcional” o No.De nada sirve que un afiche invitando a donar sangre sea exquisitamente divino, si no logró incrementar la cantidad de donantes de sangre luego de dicha campaña.
Un diseño lindo puede o no, ser funcional, un diseño funcional lindo o no, siempre es funcional.
Los diseñadores gráficos somos comunicadores, para eso hemos estudiado, recibimos de nuestros clientes el pedido de comunicar visualmente algo a alguien en determinada forma y tiempo. Nuestro trabajo consiste en crear, utilizando elementos visuales, en comunicar un mensaje de la manera mas óptima.
Para hacerlo de la manera correcta es imprescindible tener toda la información posible, por eso el brief es la mejor herramienta del diseñador, cuanto más preciso y profundo se halla realizado el trabajo de encuesta, mas fácil es hacer lo correcto. Recolectar datos del público objetivo, como su edad, sexo, nivel económico, características generales y datos como: donde, cuando y como se va a reproducir el diseño a realizar son de vital importancia, ya que se planteará distinto el diseño de una revista que se leerá en la sala de espera de un consultorio, que un cartel que sólo se verá desde la ventanilla de un tren.
Muchas veces es el cliente el que busca un diseño lindo, es nuestra tarea como profesional del diseño explicarle que lo que necesitan no es un diseño lindo si no “Funcional”, que estarían malgastando su dinero si se fueran contentos con un trabajo “sólo” lindo. En el estudio suelo decirle a mis clientes que “la carnada debe gustarle al pez y no al pescador”.
Un diseño “Funcional”, es aquel que logra comunicar el mensaje que el cliente necesita transmitir, ya sea informar o prevenir, vender o contar simplemente algo.
La tarea no parecería difícil, que se informe el que debe informarse, que esté prevenido quien debía prevenirse o que compre a quien le vendemos.
Para poder lograrlo, son necesarios conocimientos y estoy hablando de estudio académico, no de cursos de 60 días en un instituto de computación, en el que enseñan a utilizar programas y no la teoría del diseño.
Nuestra carrera no está matriculada como la de un médico, arquitecto, contador, abogado o maestro mayor de obras, es por esta causa que quienes tienen buen gusto, creatividad y una computadora en su casa, se crean diseñadores. Pero esto no es tan grave como que el cliente crea que son diseñadores.
A no confundir, el buen gusto, el logo bonito, la creatividad el ingenio, por si solas, en estos tiempos tan exigentes y competitivos, no sirven de nada.
Corresponde que nosotros los diseñadores capacitemos a nuestros clientes para que sepan ellos que es lo que necesitan y puedan solicitárnoslo.
Tengamos el cuidado suficiente de no dejarnos guiarnos por la moda, las tendencias o hacer de operador de PC, siguiendo instrucciones de los clientes que se nos sientan al lado. Seamos nosotros quienes le demos la seriedad a esta profesión y por ahí debemos empezar: No se respeta a alguien, que no se respeta a si mismo.
Si estás enfermo, vas al médico o al mecánico?
Si tu traje tiene un mancha, vas a la tintorería o al abogado?
Entonces tengo algo para decirte:
Si tienes que comunicar visualmente un mensaje, concurre solo a un profesional del diseño.




